El recorrido por el Parque Nacional Queulat nos obliga a internarnos en zonas de verdadera "jungla patagónica", un paisaje que parece ser parte de un mundo mágico.
Gran parte del parque Queulat está cubierto por el llamado Bosque valvidiano, una zona tan densamente cubierta de vegetación que resulta en su mayor parte impenetrable. El bosque valvidiano, recive unos 4.000 mm anuales de precipitación, un ambiente húmedo, y cubierto de musgo y hongos que le dan un aspecto cási mágico.
El paseo por la selva es una área de poderosas lluvias y humedad eterna, nos acerca a la majestuosidad del Ventisquero Colgante.
El Ventisquero Colgante se encuentra a unos 1.889 metros sobre el nivel del mar, y es parte de uno de los campos de hielo milenarios del parque, el del Glaciar Queulat. En unos de los límites, el mounstro helado se asoma al abismo desprendiendo saltos de agua helada, un espectáculo imponente como pocos en el planeta.
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